Qué caverna tan interesante y confortable, el lugar perfecto para tirarse a una hija tan guapa y lasciva. Qué mamada le hace a su padre, qué ojos tan dulces tiene en ese momento. Ella mira con unos ojos tan angelicales y se traga su polla, un placer celestial. Y el coño de su hija no es pequeño, tiene mucha experiencia, obviamente sabe mucho de sexo.
Este tipo de sesiones de terapia de grupo en equipo son muy populares en Japón. Esta vez los japoneses fueron a una sesión de sexo oral en grupo, donde el equipo tiene que demostrar un trabajo coordinado y llevar a una mujer al orgasmo en el menor tiempo posible.