Dejar sola a una mujer tan encantadora, y además en la boda de mi hermana con muchos invitados, es una imprudencia. La sensación de celebración, el alcohol y la tentación harían el resto. El negro se fijó en la aburrida chica y fue recompensado por su atención y preocupación por la bella desconocida. Ella le agradeció como la hembra que el macho había elegido para ese día. Ahora su cuerpo recordará este inolvidable encuentro.
Quién iba a dudar que esto no pasara entre ellos, naturalmente la mujer se enamoró del joven semental.